A mediados de la década de 1920 Chile sufrió una gran prosperidad económica a partir de sus ingresos económicos basado en el salitre y los prestamos pedidos en el extranjero. Esto cambió en octubre de 1929 cuando todo el mundo sufrió "la gran depresión" y esto trajo como consecuencias que nuestra nación resultara ser la más devastada, ya que su economía y sus ingresos fiscales eran mayoritariamente gracias a la exportación del salitre y esto trajo consigo grandes protestas que iban en aumento en contra del gobierno del presidente Carlos Ibáñez Del Campo quien se vio obligado a renunciar y partir al exilio el 26 de julio de 1931 . La caída de Ibáñez dio paso a una grave crisis política, sucediéndose en poco más de un año varios regímenes de gobierno, entre ellos la mítica República Socialista, que sólo duro doce días. Finalmente, el retorno a la normalidad política y la reactivación económica comenzó con la llegada al poder de Arturo Alessandri Palma, en octubre de 1932.
La sociedad chilena se vio fuertemente sacudida por el impacto de la crisis. Miles de cesantes recorrieron las calles de ciudades y los campos; cientos de obreros salitreros volvieron sin esperanza y recursos dedes el norte. En Santiago, el gobierno a través de los Comités de Ayuda a los Cesantes debió alimentar y albergar a miles de familias; las ollas comunes proliferaron en los barrios, y mucha gente terminó viviendo en cuevas en los cerros aledaños a la ciudad.
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